
Contrarreloj, y cuando parecía que el Gobierno no lograría destrabar la ley Bases en las comisiones del Senado, el oficialismo consiguió las firmas para el dictamen y así llevará la iniciativa al recinto el 12 de junio. Guillermo Francos, en su flamante rol de jefe de Gabinete, se apersonó al Congreso en el cierre de la jornada y consiguió los avales necesarios para que el proyecto pueda avanzar hacia una aprobación, para lo que tuvieron que aceptaron a en el RIGI y en la Ley de Contrato de Trabajo.
Aún así, el paquete de reformas fiscales deberá esperar. Allí asoman medidas para restituir fondos a las golpeadas administraciones provinciales, como la restitución de la cuarta categoría de Ganancias que engrosaría la masa coparticipable, que tiene ahora un piso más alto para las provincias patagónicas. La suerte del paquete fiscal está atada a la Ley Bases: Nación dará a los gobernadores más fondos si estos aprueban la ley Bases.
A partir de las 18, Casa Rosada decidió encargarse de las negociaciones frente a una jornada en la que pasaron de la certeza de un acuerdo a la incertidumbre por el voto a voto. Las firmas para alcanzar la mayoría en el dictamen no eran suficientes y senadores de distintos bloques (peronistas, radicales e incluso Edith Terenzi, del PRO) iniciaron la enumeración de críticas a la redacción del proyecto.
El primero en llegar al Senado fue el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. Más tarde, y después de un intento de debate de la reforma fiscal que sólo duró media hora, llegó Guillermo Francos "Se reunió con Villarruel y algunos senadores que tenían dudas y se cerró", cuentan a este medio desde su entorno. "El Ejecutivo vino con una propuesta superadora y nosotros brindamos la palabra de que eso sucedería. El problema es que no le creían al Ejecutivo, así que también tuvimos que ir nosotros a poner la cara", precisan desde Vicepresidencia.
Los apoyos de los senadores federales (Kueider, Silva, Arce y Rojas Decut) junto a un sector del radicalismo fueron esenciales para este triunfo legislativo libertario. Ahora resta el debate por la reforma fiscal y, en caso de obtener dictamen, se votarían ambos proyectos en el recinto.
Los primeros minutos de la sesión fueron de optimismo libertario. El radical Víctor Zimmermann ingresó a la reunión plenaria afirmando que iba a acompañar el dictamen y remarcando que "los gobernadores e intendentes están esperando una señal del Congreso de la Nación". El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (La Libertad Avanza), también expresó su optimismo: “Surgió un borrador que vamos a hacer circular a los efectos de que este dictamen tenga la cantidad de firmas que exige la reglamentación".
Los cambios que habilitó el Gobierno y que se encuentran presentes en el borrador de la ley Bases son:
En cuanto a la reforma fiscal, ancladas en el proyecto Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes, se incorporaron:
El que hizo tambalear el dictamen fue el santacruceño José María Carambia, quien anticipó a través de una nota que presentaría un dictamen propio si no se accedía a un pedido puntual: subir del 3% al 15% las regalías provinciales en boca de mina del mineral extraído. A último momento, el gobierno rechazó el 15% y accedió a modificar la ley minera y establecer que las provincias no podrán cobrar un porcentaje superior al 5%.
Entre las críticas, la cesión de facultades excepcionales para el Presidente volvió a ser apuntada. La presencia de empresas públicas -como Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino o los medios públicos- en la lista de compañías susceptibles a ser privatizadas provocaron el rechazo de senadores de distintos bloques, que argumentaron que debilita al federalismo. Las modificaciones en el RIGI no parecieron ser suficientes y la propuesta moratoria, que excluye a personas que no cuentan con la totalidad de años de aporte, también provocó resistencias. Martín Lousteau, calificó las reformas de "cosméticas" y anunció que presentaría dictamen propio.