Precisaba oxígeno. Lanús necesitaba tomar aire. Lo precisaba de forma imperiosa luego de haberse ahogado en la orilla en la Copa de la Liga. El equipo tenía que empezar a cerrar las heridas que habían quedado en carne viva tras la caída con Estudiantes de local (1-2). Un partido que se le escapó porque se lo dieron vuelta sobre el final. Una derrota que le impidió avanzar a playoffs. El Granate tenía que reaccionar. Y lo hizo: superó a Metropolitanos en Caracas y quedó como líder del Grupo G de la Copa Sudamericana. El conjunto de Ricardo Zielinski aprobó el examen y se revitalizó con un triunfo imprescindible para sus aspiraciones.
El encuentro no había comenzado fácil para el Granate. En los primeros minutos le costó fabricar el espacio y generar situaciones. La lesión tempranero de Leandro Díaz, quien debió ser reemplazado a los 12 minutos del primer tiempo por Lotti, fue un golpe para el equipo argentino. Sin embargo, el reemplazante entró muy bien y fue importante para construir la victoria.
Lanús siempre tuvo la iniciativa e intentó imponer su juego. Luego de un bombazo de Lotti que derivó en un rebote del arquero Villete, Walter Bou capturó el rebote y selló el primero. Una vez en ventaja, los dirigidos por Zielinski mostraron más tranquilidad en el manejo de la pelota y comenzaron a aparecer los espacios ante un adversario desconcertado. Metropolitanos, que finalizó sexto entre 14 equipos en el último torneo de Venezuela y que aún no sumó en la Sudamericana, se desplomó y no tuvo un plan B.
Bou bajó la persiana al estampar el segundo tras anticiparse muy bien a Bustillo. El delantero estiró su racha: lleva convertidos nueve goles en el año. El segundo tiempo estuvo de más. Los venezolanos no tuvieron ingenio ni cambio de ritmo para inquietar a un Granate que administró la ventaja y dejó correr del reloj.
El próximo desafío para Lanús será terminar de consolidar su despegue.