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Video: la desesperación de los empleados de Vialidad Nacional por miedo a perder su trabajo

Después de la oficialización de la medida a través de la cual Nación eliminó la DNV, los trabajadores sanjuaninos manifestaron su tristeza y preocupación.

Los trabajadores de la Dirección Nacional de Vialidad en San Juan se mostraron conmovidos y preocupados por la disolución de la repartición.

Esta mañana, las escalinatas del edificio del distrito San Juan de la Dirección Nacional de Vialidad mostraron un panorama distinto. Gran parte de los 214 trabajadores del organismo en la provincia se reunieron en asamblea para interiorizarse sobre la situación que están viviendo tras la oficialización de la medida nacional que eliminó la repartición. En un estado de total tristeza, con muchos empleados llorando en medio de la incertidumbre y el temor de perder su fuente laboral, todos se unieron en un grito común: “No somos ñoquis”

“Es un dolor muy grande. El hecho de que te traten mal, de que crean que todos somos ñoquis, eso afecta mucho. No todos somos así”, comentó, con la voz entrecortada, Manuel Olivares, de 48 años, licenciado en Biología y encargado del Área Ambiental del organismo, en diálogo con Tiempo de San Juan.

Y agregó: “Llevo 11 años trabajando acá y significa un montón en mi vida. Tengo tres hijos y, gracias a Vialidad, los pude hacer estudiar, crecieron y pude darles estabilidad”. Después, no pudo continuar hablando.

Un comentario similar sobre quienes los califican de “ñoquis o vagos” fue realizado por Jorge Pérez, titular del sindicato que nuclea a los trabajadores de la DNV en la provincia.

“Yo camino con ustedes y los veo trabajar: al que está en la ruta, al que bachea, a la mujer que también se sube a una motoniveladora, al topógrafo, al administrativo. Hoy nos tenemos que defender entre todos, en medio de esta lucha que es pacífica, porque somos gente de bien”, expresó.

Luego, se dirigió a los trabajadores: “Todo lo que nos han dicho no sirve de nada. Seguimos acá, seguimos trabajando. Hemos trabajado con cada gobierno porque defendemos la grandeza de nuestra repartición, que lleva 100 años trabajando con todos. No somos vagos, no somos ñoquis, no somos una sola oficina. Vialidad es mucho más. Por eso vamos a seguir”.

Fue el propio Pérez quien comentó que lo que los une, además de la incertidumbre, es la tristeza por “todo lo que pueda pasar con cada compañero, cada técnico, cada ingeniero, cada administrativo, cada trabajador de la ruta. Estamos realmente bastante dolidos, pero esto ya lo veníamos viendo. Inicialmente nos comunicaron que reducirían un 30 % del personal. Después se hablaba de la totalidad de los compañeros que quedarían sin trabajo en planta permanente y pasarían a la situación de disponibilidad. Y ahora, ante esta situación, no nos queda más que seguir y esperar”.

En ese contexto, remarcó que el decreto indica que el organismo pasa a la órbita del Ministerio de Economía, y deberán esperar a que las nuevas autoridades les indiquen cómo continuar. “Hemos visto que el decreto, en el artículo 32, habla de que el personal continuaría en sus funciones de revista, pero a la espera de una reorganización del ente, y a partir de ahí no sabemos qué va a pasar”, dijo, marcando el temor ante lo que pueda suceder más adelante.

Fue entonces que recordó: “En un proceso anterior fueron 65 los despedidos, sobre los cuales la organización trabajó durante mucho tiempo en la reincorporación, y paulatinamente hemos logrado algunas de ellas. Las demás están en proceso, como causas judiciales”. Ahora, les pidió a sus compañeros mantenerse en funciones y esperar las nuevas disposiciones.

Al respecto, Jorge Arena, otro trabajador que ofreció su testimonio visiblemente emocionado, comentó el camino que tanto él como la mayoría de sus compañeros han recorrido en la repartición. “La mayoría de nosotros entramos en 2002 con un plan Jefes de Hogar; ganábamos, en aquella época, $150. En 2008 nos llegó el contrato y yo recién el año pasado entré en planta permanente. Y ahora pasa esto… es muy triste esta situación”, resaltó.

El hombre, de 52 años, con tres hijos y único sostén de su familia, aseguró que, más allá de todo, “siempre hemos estado laburando, todos los días le ponemos el hombro. Ayer estuvimos trabajando y hoy termina esta asamblea y volvemos a las rutas. Yo estoy en la parte de desmalezado y bacheo, a veces en las máquinas. Suelo pasar 20 días en el campo, con calor, con frío, dejando a la familia, sin estar en los momentos importantes de los hijos. No es fácil. Y la vida pasa, y uno ama el trabajo. Acá hay una familia también, no son solo compañeros de trabajo, y la verdad que duele, duele mucho esto. Pero hay que salir adelante, porque somos gente que viene de abajo y sabemos que hay que seguir”.

Fuente: Tiempo de San Juan