En 18 meses cerraron 14.000 panaderías en Argentina por la caída del consumo y el aumento de los costos, según Martín Pintos, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires y referente de CIPAN.
Pintos detalló que hoy las panaderías solo producen con la mitad de su capacidad. Se apagan máquinas y se fabrican solo los productos básicos, dejando de lado la variedad habitual. “Antes había de todo. Ahora se hace lo justo para ahorrar y no perder”, dijo.
El precio de la harina subió de $3.500 a $15.000 los 25 kilos. La levadura se fue de $700 a $2.500 el medio kilo y la grasa de $18.000 a $28.000, además de la suba en servicios. Con esto, las facturas perdieron el 85% de ventas y solo se hacen por encargo.
Según el Indec en julio, el kilo de pan flauta cuesta $3.661, con un aumento del 37,4% anual y 104% en 18 meses. El pan de mesa promedia $2.977. Además, cerraron 16.000 kioscos y también sufren restaurantes y hoteles.
El sector sigue evaluando medidas y monitorea el consumo y la inflación.