San José de Jáchal: ver extendido

Alertan sobre una importante suba de la carne por baja de stock y más consumo interno

La Mesa de las Carnes advirtió sobre precios en alza ante escasez de hacienda, recuperación del consumo y falta de políticas que incentiven la producción.

La industria cárnica argentina encendió las alarmas ante un posible aumento del precio de la carne vacuna. Así lo expresó la Mesa de las Carnes, que reunió a referentes del sector para analizar una situación compleja: caída del stock ganadero, escasa hacienda terminada, baja competitividad externa y un posible repunte del consumo si mejora el poder adquisitivo de la población.

“Si este año se consolida la recomposición salarial, es probable que aumente el consumo interno, que representa el 70% de la producción, y no tendremos animales suficientes para responder a esa demanda. Eso también puede disparar los precios”, advirtió Sebastián Bendayán, gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa).

Según los últimos datos, el stock bovino nacional cayó a 51,6 millones de cabezas, con una pérdida de casi 2,6 millones en dos años, producto de la sequía y ventas forzadas. En mayo, el consumo per cápita repuntó levemente a 49,5 kilos por habitante, aunque sigue debajo del promedio histórico.

Desde la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), Ernesto Lowenstein recordó que “en 1978, con 25 millones de habitantes, había 50 millones de cabezas. Hoy somos 46 millones y seguimos con el mismo rodeo”, y reclamó políticas de incentivo y previsibilidad para el productor.

Por su parte, Miguel Jairala, del Consorcio de Exportadores ABC, alertó que el stock actual es el más bajo desde 2012 y que muchos frigoríficos trabajan con márgenes mínimos, por la falta de hacienda terminada.

El panorama también se agrava en el plano internacional. Jairala advirtió que Argentina perdió terreno en China, su principal destino, frente a competidores como Brasil, que operan con costos menores: “Pagamos entre un 25% y 30% más por los animales que nuestros pares brasileños. Eso erosiona la rentabilidad y afecta la competitividad”.

A esto se suma un reclamo por reformas fiscales, como la revisión del Impuesto a las Ganancias por tenencia y del IVA sobre inversiones, que hoy desincentivan la expansión del stock.

También se cuestionó el estado del Senasa, al que calificaron como “crítico”. Según Lowenstein, “si la recaudación por servicios volviera al Senasa, hoy tendríamos un organismo más fuerte”. Además, pidió unificar estándares sanitarios entre plantas federales y locales para evitar competencia desleal y pérdida de calidad.

Finalmente, Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de las Carnes, remarcó: “El ganadero viene golpeado, con mercados cerrados o sin rentabilidad. Necesitamos reglas claras para que invierta”.

Con un escenario incierto para la segunda mitad de 2025, la advertencia del sector es clara: sin incentivos ni previsibilidad, una posible recuperación del consumo podría derivar en una suba de precios que impacte directamente en la mesa de los argentinos.