
Lunahuasi es el tercer proyecto que compone el lado argentino del Distrito Vicuña, la zona del norte iglesiano que viene destacando por sus buenas noticias en cobre, oro y plata. Es el menos explorado, ya que fue descubierto hace poco más de dos años, mientras que Josemaría y Filo del Sol tienen más de 20 años de trabajo. A pesar de que está todavía en el inicio de los trabajos de búsqueda de mineral, es un foco de atención porque tiene concentraciones muy altas de metales. Tras cerrar su tercera campaña de exploración, dio una buena noticia: debajo de donde estaban encontrando riquezas hay otro yacimiento más.
Con el nuevo hito de exploración, el Distrito Vicuña, que está compuesto no sólo por la zona norte de San Juan y territorio chileno, el potencial de la zona volvió a quedar en el centro de atención. Es que la empresa a cargo de la exploración, NGEX, se encontraba estudiando un yacimiento superficial muy interesante en sí mismo. En esa zona, desde hace 2 años, reunían información de una zona con estructuras de alta concentración. Pero, cuando decidieron profundizar más de 2.000 metros, encontraron que debajo hay un pórfido de cobre, el tipo de yacimiento que abunda en San Juan.
Era una sospecha que ya tenían, explicó Iván Chávez, geólogo y Project Manager de Lunuahasi. Sabían que era probable que esa zona con mucha riqueza en la que venían trabajando se “alimentaba” de algún sistema mayor. La confirmación llegó tras una perforación récord, de la que tomaron la muestras y la mandaron a analizar. Fue sólo hace un par de días que los resultados les dieron la razón: hay más cobre y, sobre todo, hay una razón para seguir profundizando la búsqueda en la zona. Esto le da más oportunidades al proyecto de tener un desarrollo más veloz.
Los tiempos de Lunahuasi ya eran buenos sin esta noticia. Chávez detalló que iniciaron la primera exploración apenas hace dos años y que el objetivo inicial era de 4.000 metros. “En el segundo sondaje tocamos la estructura de alta ley, que no es lo común, en general demora más, y eso fue un factor de buena suerte que nos ayudó”, contó el geólogo. Esa temporada ya lograron explorar 8.000 metros en total, debido a que obtenían buenos números. Es que hay zonas de Lunahuasi donde la ley (concentración del mineral) es del 8% de cobre, mientras en Josemaría es del 0.4%. Esos resultados excepcionales aceleraron las inversiones, la segunda temporada perforaron 13.000 metros y esta última 25.000 metros.
Con eso ya tenían buenas perspectivas, ya que por la cantidad de metal “se podía pensar en un proyecto chico pero que al estar cerca de superficie era fácil de explotar; haber encontrado el pórfido significa que puede crecer más”, explicó. Todavía resta que inviertan en más campañas de exploración porque lo que tienen es la confirmación de que la zona más profunda y con mineral está. Pero para llegar a la instancia de otros yacimientos locales, deberán seguir avanzando en la búsqueda.
Fueron a estos buenos resultados históricos que se sumó la noticia del pórfido debajo y tuvo un rápido efecto en los mercados. En solo un día después del anuncio, las acciones de NGEX, la empresa perteneciente al grupo Lundin que trabaja en la zona, subieron un 15%. La firma es parte del grupo Lundin, que viene desarrollando todo el sector y que hoy formó junto a BHP la gigante Vicuña Corp. Hoy Lunahuasi no es parte de ese acuerdo, pero aprovecha los avances hechos. Chávez explicó que el personal de la empresa, unos 200 entre directos e indirectos, usó las instalaciones del campamento Batidero, ya que además están a apenas 20 km. En el futuro, agregó, podrían necesitar armar su propia infraestructura, tanto si crecen los otros proyectos o si ellos se siguen ampliando. Es que, de cara al próximo año, ya ven como muy posible que perforen los mismos metros o más gracias a los buenos datos actuales. Los gigantes vecinos también ayudaron a este proyecto de otra manera. Chávez contó que hace unos años era difícil “autorizar una perforación de más de 500 metros, pero cuando Filo del Sol empezó a crecer y Josemaría también, todo cambió”. Según dijo, existía una idea hace más de una década de que el cobre estaba del lado chileno, pero estos proyectos en el norte empezaron a dar buenos resultados. Filo también empezó como un yacimiento pequeño y después se convirtió en uno de los 10 gigantes del mundo. Para el geólogo, “es difícil que Lunahuasi llegue a esa escala, pero definitivamente tiene potencial para ser como alguno de los proyectos que hoy distinguen a San Juan”.