A partir de noviembre, los senadores nacionales tendrán un salario bruto superior a los $10,2 millones, según cálculos basados en el nuevo acuerdo alcanzado entre las autoridades legislativas y los sindicatos.
El incremento responde a un mecanismo automático que vincula los haberes de los trabajadores del Congreso a las dietas de los legisladores. Es decir, en cada aumento que percibe el personal, también se aumenta el sueldo de los senadores.
Este mecanismo se implementa desde abril de 2024 cuando los propios senadores aprobaron un sistema de cálculo de sus dietas basado en 2500 módulos equivalentes a los salarios de los empleados legislativos, sumados a 1000 módulos por gastos de representación y 500 adicionales por desarraigo, totalizando 4000 módulos.