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River Plate no pudo ante Inter de Milán y cayó derrotado por 2 a 0. De esta forma, el elenco de Marcelo Gallardo no forzó la heroica y se despidió del Mundial de Clubes con el cierre de la fase de grupos.
El primer tiempo fue entretenido debido al planteo táctico de ambos conjuntos. Marcas individuales a lo largo y ancho de todo el campo, rapidez en el control y pase de la pelota, y mucha pierna fuerte fueron los condimentos perfectos para los 45″ iniciales.
En ese sentido, River Plate se destacó por el convencimiento de jugar de igual a igual ante un Inter superior en los nombres propios, y guerreó en cada sector de la cancha. Sin embargo, padeció dos cuestiones negativas: por un lado, esa presión fue mermando con el paso de los minutos debido al desgaste que implicó, y por el otro casi no llegó al arco contrario (solo un remate de Mastantuono desde lejos que contuvo Sommer sin problemas).
De todas formas, el Neroazzurro tampoco lo pasó por arriba. Se lo notó incómodo y errático por el trabajo Millonario, y apostó a darle vértigo a cada ataque para agarrar mal parado a su rival. Así, generó un remate de Asllani que se fue alto, y un centro de Dimarco que Esposito desvió sin puntería.
River empezó el complemento mucho más lento en la marca, y más retrasado en cuanto al parado táctico. Dejó que Inter creciera y el primer tanto de los italianos parecía estar cada vez más cerca. En el lapso de diez minutos, Lautaro Martínez tuvo dos clarísimas (un remate en el palo y otro que tapó Armani), y Dimarco se acercó con un disparo apenas afuera.
Y si la balanza ya estaba inclinándose a favor de los de Chivu, a los 20″ la misma definitivamente quedó del lado del Inter. Lucas Martínez Quarta calculó mal en un cruce, y en el retroceso tuvo que bajar a Mkhitaryan que se iba sólo contra Armani. El árbitro no dudó y le mostró la roja. Para colmo, seis minutos después Espósito recibió dentro del área, enganchó con mucha clase y definió bien ante el arquero de River para estampar el 1 a 0.
Cuando quiso ir a buscar la heroica, el Millonario chocó contra su propio cansancio, y pecó de nerviosismo. No pudo recuperar esa imagen que mostró al prinicipio del juego y estuvo lejos de darlo vuelta. Sin embargo, cayó de pie ante un contrincante de mucho peso. Sobre el cierre, Bastoni le puso cifras definitivas a una historia que parecía terminada.
Final del periplo de River Plate por el Mundial de Clubes, que pareció decretarse con Rayados de Monterrey, en lo que era el partido a ganar para los de Marcelo Gallardo. Inter, mientras tanto, se quedó con el grupo.
